jueves, 8 de octubre de 2015

Autoconocimiento y Percepción Social de mi realidad

Autoconocimiento y Percepción Social de mi realidad 
Educación Emocional para la vida cotidiana

Por Daniela Horsky Segovia


¿Qué es la Inteligencia Emocional?

La inteligencia más allá del intelecto1, hasta hace muy poco se habla mucho de este concepto como clave para alcanzar la plenitud en nuestras vidas, tener un coeficiente intelectual elevado sólo interfiere en el 20% de los factores que determinan nuestro éxito. El 80% restante, depende en gran medida de la inteligencia emocional, de tu clase social, y tu suerte.
De este modo, la motivación personal, la perseverancia sin frustraciones o más bien “controlando mi frustración”, el dominio de los impulsos, la regulación de mis estados de ánimo, la empatía, el manejo de la angustia y la confianza en los demás, son sin duda factores mucho más determinantes para el desarrollo de una vida plena, que los niveles de desempeño cognitivo.

Si bien debemos lidiar con 2 tipos de inteligencias (cognitiva y emocional) es la inteligencia emocional quien nos hace auténticos “Seres Humanos” y mucha veces nos lleva a la toma de decisiones racionales ligadas al intelecto.
La inteligencia emocional es una conducta y como tal es transmitida de generación en generación, de Padres a Hijos, muchos estudios comprueban que los niños son capaces de captar los estados de ánimo de sus cuidadores inmediatos a muy temprana edad, experiencia que internalizarán creando el cimiento de lo que serán sus futuras relaciones interpersonales, pues como ellos vivan la etapa con sus Padres, será como reaccionen ante su propia reproducción de la realidad (y no ante la realidad misma).
La regla de oro consiste en “Trate a sus hijos como le gustaría que les tratasen los demás”2. ¿Por qué debemos educar (en niños y adultos) la Inteligencia Emocional?
Porque claramente no sólo basta con instar a nuestros hijos a ser mejores en el colegio cada día, a presionarlos para que estudien sólo para obtener buenas calificaciones, la clave para convertirnos en “personas”, es la Educación Emocional porque somos seres humanos, compartimos esta realidad con otros, somos seres sociales por impronta, buscamos al otro, necesitamos del otro y en esa interacción es donde debemos potenciarnos y sentirnos retribuidos y plenos y no discriminados o apartados.
1 Goleman, Daniel “Inteligencia Emocional” (1996) 2 M. J. Elías, S. B. Tobías y B. S. Friedlander (2000)
En resumen, nuestro desafío consiste en descubrir para nosotros y entregarles a nuestros niños herramientas efectivas para que puedan lograr ser emocionalmente más inteligentes, dotándoles de estrategias y habilidades emocionales básicas que les protejan de los factores de riesgo o, al menos, que hagan superables sus efectos negativos.

Educación Emocional para la vida cotidiana

El objetivo principal  debe ser aprender, adquirir y practicar principios basados en la Inteligencia Emocional para potenciarlas en familias donde existe un integrante en situación de Discapacidad.

Para lograr el cometido sugiero proseguir con los siguientes objetivos específicos:

AUTOCONOCIMIENTO EMOCIONAL
i. Reconocer las emociones básicas y reconocerlas en mí. 
ii. Detectar casos de bajo desempeño en el área emocional.

EMPATÍA
iii. Reconocer las emociones básicas en los demás. 
iv. Desarrollar la empatía.

AUTOCONTROL EMOCIONAL
v. Articular y gestionar la emocionalidad.
vi. Desarrollar la tolerancia a la frustración. 
vii. Identificar y Prevenir conductas de riesgo.

AUTOMOTIVACION
viii. Potenciar adoptar una actitud positiva. 
ix. Introducir el concepto de resiliencia.

RELACIONES INTERPERSONALES
x. Prevenir e identificar conflictos interpersonales.
xi. Potenciar una Socialización positiva.